Kyle Mary*, Chase Lisa
La leucemia mieloide aguda (LMA) es un trastorno hematopoyético rápidamente agresivo que progresa debido a la acumulación y expansión clonal de células mieloides inmaduras. A pesar de los últimos avances en el tratamiento de la LMA, las recaídas repetidas y la resistencia a los medicamentos siguen siendo uno de los principales desafíos en el tratamiento de la leucemia. Actualmente, es bien sabido que los componentes del microambiente tumoral, como los elementos celulares y no celulares, desempeñan una función crítica en los fracasos del tratamiento de la LMA; también son la causa más común de complicaciones, incluida la supresión de la hematopoyesis. Los exosomas son vesículas extracelulares (VE) unidas a la membrana que transfieren moléculas de señalización y han atraído una gran cantidad de atención debido a su importante papel en la comunicación intercelular en la salud y la enfermedad. Los exosomas transportan su diversa carga de sustancias químicas, incluidos microARN, factores de crecimiento y citocinas, a las células leucémicas, lo que ayuda a su supervivencia y quimiorresistencia. Las células madre mesenquimales de la médula ósea (BMSC) y las propias células de la leucemia mieloide aguda (LMA) son las principales productoras de exosomas que contribuyen principalmente a la patogénesis de la LMA. Numerosas células diana, incluidas las células madre hematopoyéticas y las células asesinas naturales (NK), se ven afectadas por los exosomas que estas células liberan, lo que provoca la proliferación y el crecimiento de la leucemia. En el presente trabajo, se ha realizado una revisión exhaustiva de la literatura para enfatizar la importancia de los exosomas de la LMA en la progresión de la leucemia mieloide aguda y para abordar brevemente la biología de los exosomas.