Asifa Islam
La glándula tiroides se ve afectada con frecuencia por la enfermedad de Graves (EG) y la tiroiditis de Hashimoto (HT), dos trastornos autoinmunes que provocan hipertiroidismo e hipotiroidismo, respectivamente. A pesar de sus manifestaciones clínicas contradictorias, ambas tienen una serie de conexiones misteriosas. En este artículo, sugerimos que la EG y la HT comparten una causa subyacente común: ambas son resultado de un proceso fisiológico ventajoso conocido como la vigilancia autoinmune de mutantes hipersecretores. Las células mutantes que secretan hormonas en exceso y plantean la amenaza de convertirse en nódulos venenosos son eliminadas selectivamente por las células T autorreactivas. En aquellos que son vulnerables, estas células T pueden desencadenar una respuesta humoral que da como resultado el desarrollo de anticuerpos contra los antígenos tiroideos. A pesar de tener fenotipos clínicos opuestos, la HT y la EG tienen una incidencia y factores de riesgo similares, lo que se puede explicar por su génesis compartida.