La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad contagiosa causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2). El primer caso conocido se identificó en Wuhan, China, en diciembre de 2019. Desde entonces, la enfermedad se ha extendido por todo el mundo, lo que ha dado lugar a una pandemia en curso. Los síntomas de COVIDâ??19 son variables, pero a menudo incluyen fiebre, tos, dolor de cabeza, fatiga, dificultad para respirar, pérdida del olfato y pérdida del gusto. Los síntomas pueden comenzar de uno a catorce días después de la exposición al virus. Al menos un tercio de las personas infectadas no desarrollan síntomas perceptibles. De aquellas personas que desarrollan síntomas lo suficientemente notables como para ser clasificados como pacientes, la mayoría (81 %) desarrolla síntomas leves a moderados (hasta neumonía leve), mientras que el 14 % desarrolla síntomas graves (disnea, hipoxia o más del 50 % de afectación pulmonar en imágenes), y el 5% sufre síntomas críticos (insuficiencia respiratoria, shock o disfunción multiorgánica). Las personas mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves. Algunas personas continúan experimentando una variedad de efectos (COVID prolongado) durante meses después de la recuperación y se han observado daños en los órganos.[16] Se están realizando estudios de varios años para investigar más a fondo los efectos a largo plazo de la enfermedad.