Onyechi Nwankwo, Nkiru E. Obande-Ogbuinya, Ben N. Ohuruogu, Uzochukwu C. Ibe, Theresa N. Nnaji, Ifeyinwa M. Okafor, Akamu L. Nworie, Stanly C. Anyigor-Ogah, Chinedu Nweke Idakari, John Donald Nweze, Artículo de Okocha Yusuf, Christian O. Aleke
La pandemia de COVID-19 sigue siendo una fuente de preocupación para muchos nigerianos desde que se manifestó en el país el 28 de febrero de 2020. Este enemigo común fue identificado por primera vez en la ciudad de Wuhan, en China, en diciembre de 2019 y ha seguido siendo una importante crisis de salud pública que asola al mundo. Esta revisión evaluó la situación de la pandemia de COVID-19 en Nigeria desde una perspectiva global. El enfoque de la evaluación fue el número de personas examinadas, el número de casos confirmados, muertes y dados de alta. Los datos para el estudio se generaron a través de una búsqueda bibliográfica electrónica en PubMed/Medline, Google, Google Scholar, la base de datos Scopus, revistas, periódicos y literatura gris centrada en las evidencias de investigación de la pandemia de COVID-19. Los datos generados se presentaron en gráficos y chat de barras para mostrar la tendencia de aparición de la enfermedad en Nigeria y otros países del mundo. El resultado de la revisión indicó, entre otros, que al 28 de junio de 2020, Nigeria se encontraba entre los países con el menor número de casos confirmados a nivel mundial. Sin embargo, se observó que el número total de personas examinadas para detectar COVID-19 al 28 de junio en Nigeria fue de 132 304 (~0,07%), muy pequeño en comparación con otros países como China 90 410 000 (~6,46%), EE. UU. 36 191 338 (10,96%), Sudáfrica, 1745 153 (~3%) e India 9 297 749 (~0,68%). También se descubrió que Nigeria, entre otros países, tenía una baja tasa de mortalidad debido a COVID-19. La revisión reveló además que la baja tasa de pruebas del 0,07% de la población nigeriana en comparación con otros países seleccionados a nivel mundial socava la medida de contención adoptada por el gobierno para controlar el nuevo virus, de ahí el repunte de COVID-19 en Nigeria. La revisión recomendó, entre otras cosas, que el gobierno debería mejorar la capacidad de prueba y que el liderazgo de la campaña debería estar encabezado por profesionales de todos los niveles y no por políticos para garantizar la confianza de los implementadores.