Nawani Neelem
Numerosos estudios observacionales han demostrado una relación entre los distintos recuentos de glóbulos blancos, con mayor frecuencia neutrófilos, linfocitos y eosinófilos, y la gravedad de la COVID-19. Dado que el objetivo de la investigación era pronosticar el pronóstico, no se requería una conexión causal. Sin embargo, la causalidad se vuelve crucial si comenzamos a considerar estos biomarcadores como posibles objetivos terapéuticos. Los ensayos aleatorios no siempre son prácticos y los estudios observacionales no pueden demostrar un vínculo causal. Los estudios de aleatorización mendeliana, que se consideran más confiables que los estudios observacionales en esta situación, podrían reforzar las afirmaciones de causalidad. La cuestión de la causalidad no se resuelve en este caso porque dos estudios de aleatorización mendeliana que buscaron un vínculo entre la variedad de poblaciones de glóbulos blancos y la gravedad de la COVID-19 produjeron resultados inconsistentes.