Vikas Yadav* y Deepanshu Kumar
Las células asesinas naturales (NK) son una subpoblación distinta de células linfoides innatas con la capacidad innata de reconocer y destruir células cancerosas e infectadas por virus. Las células NK desempeñan un papel crucial en la inmunidad anticancerígena debido a sus diversos mecanismos de citotoxicidad y su capacidad de modificar la respuesta inmunitaria a través de la producción de citocinas. Cuando las células NK se utilizaron como agentes inmunoterapéuticos y demostraron su seguridad y eficacia en el tratamiento de pacientes con leucemia en etapa avanzada, este papel quedó claro hace casi dos décadas. Tras los logros innovadores del tratamiento con células T adoptivas diseñadas con CAR y el desarrollo de tecnologías que pueden transformar las células en potentes armas antitumorales, el interés en las células NK como una posible opción de inmunoterapia ha aumentado enormemente en los últimos años. Las estrategias para el desarrollo de terapias basadas en células NK enfatizan la señalización coestimuladora, la inhibición de puntos de control y el blindaje de citocinas para aumentar la potencia y la persistencia de las células NK. También pretenden redirigir la especificidad de las células NK hacia el tumor mediante la expresión de CAR o el uso de moléculas activadoras. La primera generación de tratamientos con células NK ha demostrado una eficacia excelente y una seguridad asombrosa en la clínica, lo que ha producido resultados prometedores y ha suscitado un gran interés en futuras investigaciones. En esta revisión, analizamos numerosas estrategias para aumentar la citotoxicidad y la longevidad de las células NK, evaluamos las perspectivas y los obstáculos, y consideramos cómo el diseño de futuros productos de células NK se verá influenciado por las lecciones aprendidas en la clínica y las complejidades particulares de cada neoplasia maligna.