Jaspreet Kulharni
Los accidentes de tránsito son responsables de un gran número de casos de morbilidad y mortalidad, lo que supone una carga significativa a nivel mundial. Según las estadísticas de la Organización Mundial sobre el estado mundial de la seguridad vial (2016) [1], cada año aproximadamente 1,25 millones de personas mueren en las carreteras del mundo y más de millones sufren lesiones, sufren largas estancias en el hospital o viven con discapacidades permanentes. Por tanto, se está destruyendo un enorme potencial de jóvenes, incluidos los pobres, de entre 15 y 44 años, que en la mayoría de los casos son los que sostienen el hogar en sus familias; con un aumento de las consecuencias sociales y económicas. Además, una de las tres principales causas de muerte entre los jóvenes (de entre 15 y 29 años) son las lesiones relacionadas con el tránsito [1].